Las emociones como el miedo, el enfado, etc., podrían afectarnos negativamente si se mantienen en nosotros durante periodos de tiempo largos.
Generar ante ellas un sentimiento de negación o intentarlas controlar nos puede crear bloqueos a otros niveles de nuestro ser.
También, repercutirá negativamente en nosotras/os, reaccionar o estallar ante un estímulo que nos provoque una emoción, ya que esto desencadena una sucesión de olas emocionales que harán sentir sus efectos sobre nuestro organismo.
Tomar conciencia de los siguientes cinco pasos y utilizar técnicas que nos ayuden a vivenciar las emociones saludablemente como una vía de auto conocimiento y crecimiento, es lo que considero el camino y la esencia de las Técnicas de higiene emocional.
La fase de Reciclaje de la emoción, tiene dos vías dependiendo de la situación e incluso del tipo de emoción con el que estemos tratando:
Para ello, es necesario tomar espacio y conectar en silencio con todo nuestro ser, evidentemente para esta fase nos serán de utilidad las técnicas de autoconciencia y meditación.
Es esta una fase que equivocadamente se podría pasar por alto, ya que en este punto, la experiencia emocional ya parece estar liberada pero, ¿de qué serviría entonces pasar por estas experiencias? Según el Yoga y otras filosofías, nuestro paso por esta vida tiene la finalidad de adquirir un aprendizaje en base a unas experiencias.
Si aceptamos o damos por válida esta teoría, entenderemos la importancia de una auto indagación posterior a la experiencia emocional que nos ayude a seguir creciendo, a seguir aprendiendo, que nos lleve más allá en nuestro proceso, que nos haga transcender y que nos beneficie a nosotros y a los demás seres con los que nos relacionamos directa o indirectamente.
Todo este proceso de Apertura –Integración-Depuración –Reciclaje, se basa en el principio de que la emoción es otra forma de energía y la energía debe circular, fluir y transformarse. Ningún tipo de energía debe ser retenida, ya que esto nos colapsa y nos bloquea.
Para crecer de verdad hay que sentir, hay que dejar surgir la emoción, observarla y luego liberarla, así todo el proceso emocional se transforma en una parte más de nuestro ser acogiendo las emociones como lo que son, una energía inherente a nuestra vida y un potencial para nuestro crecimiento y evolución.
Como siempre, este post es fruto de mis estudios y reflexiones, seguro que hay otras vías igual de válidas que tú utilizas y te animo a compartirlas en los comentarios, ya que por eso he creado este blog como un lugar de intercambio y apertura a estas experiencias.
Namasté.